El famoso y tan citado libro de comunicación de George Lakoff nos habla de teoría del framing, o encuadre, en el discurso público.

Básicamente, el framing es el marco a traves del cual vemos la narrativa. Dicho encuadre comprente los mitos, creencias y prejuicios con los cuales interpretamos las cosas. Con esta teoría, Lakoff trató de explicar la forma en que los Republicanos en Estados Unidos por años dominaron el discurso público sometiendo a los demócratas a su framing en todo debate de temas nacionales: con palabras y claves y potentes, se dispara la recordación del framing, y esto hace que el público vea al sujeto de la comunicación de cierta forma.

En su icónica explicación, Lakoff nos desafía a no pensar en un elefante. ¿Complicado, no?

El sutil pero poderoso efecto del framing en el discurso público, solo es evitable si es que no lo repetimos y se busca imponer el propio. Esto es el poder de las palabras.

Responder a ataques, hacer aclaraciones de manera oficial a los medios de comunicación, tiene el efecto de reforzar aún más el framing de los opositores.

Esto es caer en el framing del adversario político, al usar el mismo lenguaje y palabras claves que el mismo desarrollo para atacarte. Tengamos en cuenta el Tweet citado analicemos si es que le será difícil a Núñez apartarse de la  etiqueta «cartista», luego de haber estallado Twitter tras sus declaraciones.

Generar framing, estrategia de comunicación y posicionamiento es de vital importancia en todo momento, no solo en la campaña política. Las redes sociales son tan implacables como poderosas para reforzar nuestro mensaje.